Perseverancia y determinación para liquidar las deudas
Me gustaría contar cómo ayudé a mi madre, una señora jubilada de 62 años, a pagar las deudas de sus tarjetas de crédito. Durante un periodo de dos años no fue capaz de destinar dinero para el pago de las mismas, dado que tenía pocos ingresos. El valor total de la deuda ascendía a 2500€, que para una persona jubilada que cobra 600€, tiene un impacto importante en su economía.
Un día tuve una larga conversación con ella y le presenté un plan de acción. Este consistía en abrir una cuenta en un nuevo banco y cerrar la cuenta que ya tenía (por la que le cobraban gastos de mantenimiento). Domiciliamos la pensión en esta nueva cuenta. Luego di de alta un servicio por el cual se deducía un 2% en cada pago que se hiciera en una tienda, en las retiradas de dinero en cajeros o transferencias a otras cuentas bancarias. Esto ya supuso un gran cambio y tuvo un impacto importante en sus finanzas.
Después, encontró un trabajo a tiempo parcial: sustituyó durante dos meses a su amiga, que trabajaba en el centro cultural como señora de la limpieza.
Con el dinero que consiguió reunir, fue saldando la deuda poco a poco. El proceso le llevó un año. La clave fue que perseveró y no desistió; destinaba cualquier ingreso extra directamente para el pago de la deuda. Creo que es un buen ejemplo de cómo alguien puede pagar la deuda.