Busqué soluciones para pagar las deudas cuando creció nuestra familia
Hoy por hoy sé cómo es la vida en ambos lados: cuando vives sin preocuparte por el dinero y cuando debes ser creativo y buscar fuentes de ingresos adicionales.
Mis padres siempre me han apoyado económicamente, así que yo no me solía preocupar por el dinero. No obstante, después de casarme y tras diez años, mi mujer y yo tocamos fondo: nos arruinamos y agotamos el límite máximo de crédito de nuestras tarjetas y líneas de crédito. Nuestro colchón financiero eran mis padres, que nos prestaron dinero en dos ocasiones; nos lo daban todo hecho.
Cuando nació nuestro hijo, surgió una necesidad de cambio. Comprendí que tenía que aprender a sacarme las castañas del fuego sin recurrir a mis padres. Empecemos a buscar soluciones para pagar las deudas. Con internet, y en especial al empezar a leer un blog financiero, comencé a organizar nuestros gastos.
Lo primero que hice fue empezar a guardar todos los tickets de las compras y anotar todos los gastos. Encontré una aplicación que nos permitía llevar el control de nuestra economía.
Puedo afirmar que, durante el primer mes, solo por registrar nuestros ingresos y gastos, ahorramos un 10%. De repente, todo parecía más fácil; veíamos claramente en qué desperdiciábamos el dinero. Seguimos buscando ingresos adicionales o fuentes de ahorro:
- Empezamos a comprar con cabeza y evitando ser impulsivos.
- Empezamos a anotar cuánto gastábamos en agua. Al darnos cuenta del derroche, tomamos medidas para reducir el consumo.
- Limitamos las comidas o cenas en restaurantes.
- Cambiamos el coche por la bicicleta: es más sano y barato.
Y, paulatinamente, fuimos pagando todas las deudas.
Querido lector: no dejes que otros te convenzan de que gastar mucho está en nuestra naturaleza. Soy la prueba viviente de que, si nos lo proponemos, todos podemos aprender a ahorrar y gestionar nuestro dinero.