¿Cómo ayudar a una persona con deudas?

El número de personas con problemas económicos en España no para de aumentar. A menudo, las personas con deudas no suelen hablar del tema ni se desahogan, debido al miedo a las reacciones de su entorno y también porque les suele avergonzar. Por lo general, los familiares y amigos se suelen enterar bastante tarde, cuando ya es mucho más difícil proporcionar ayuda para pagar las deudas. Sin embargo, el apoyo de los más cercanos es un factor clave para salir del endeudamiento.

Las personas que consiguieron saldar sus deudas admiten que todos los cambios positivos en sus vidas comenzaron en el momento en que se responsabilizaron de sus deudas y actuaron en consecuencia.  Este punto de inflexión en su manera de pensar les dio fuerza para luchar contra el endeudamiento.

Ayudar y escuchar es muy importante, ya que muchas veces una conversación con otra persona es suficiente para abordar la situación desde una perspectiva completamente diferente, romper el hielo y dejar de avergonzarse.

Analizar el problema

Lo primero que debemos hacer es evaluar la situación de la persona endeudada; será más fácil para nosotros porque lo abordaremos desde la distancia y de manera objetiva. Es importante no infravalorar la magnitud del problema, aunque tampoco debemos exagerarlo. Podemos elaborar un plan de acción realista con todos los gastos previstos y compararlos con los ingresos, para calcular el importe que podríamos pagar al mes. No podemos permitir que la persona achaque el problema solamente a causas ajenas o que culpe a otros de su deuda.  Es importante que interiorice que el primer paso para solucionar el problema es aceptarlo y entender que nadie más puede resolver el problema por él o ella. También hay que dejar que se desahogue; probablemente sea la primera vez que hable del tema con alguien.

Motivar para que pase a la acción

En este punto es crucial cambiar la manera en que percibimos el problema de la deuda.  Aunque es difícil, lo recomendable es dejar las emociones a un lado. Las personas endeudadas suelen sentirse culpables y pierden seguridad en sí mismas.  Es precisamente esta actitud la que supone un obstáculo para abordar el asunto desde el enfoque correcto.  Por ello, es conveniente sacar a la luz historias similares que tuvieron un final feliz.  Al escuchar estos relatos, él o ella descubrirá que no es la única persona con este tipo de problemas, ganará seguridad y pasará a la acción.  

Animar a contactar con el acreedor

Un elemento clave para iniciar el cambio es contactar con el acreedor (las personas o instituciones a las que se debe dinero).  Se debe exponer la situación económica de la persona endeudada de manera clara y transparente. Es importante tener claro que evitar el contacto o hacer promesas vacías solo empeorará la situación y reducirá las opciones de resolver el caso de manera amistosa.

Por lo tanto, anime a la persona endeudada a actuar, a superar la reticencia al contacto y a hablar con los acreedores cuanto antes.  Al llegar a un acuerdo amistoso, evitará costes adicionales e innecesarios (p. ej. intereses) o que el caso vaya por la vía judicial.  Al contactar lo antes posible tendrá la posibilidad de solicitar un fraccionamiento del pago de la deuda.

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